Entretenimiento y ocio
La mejor manera de conocer el Duero es viviéndolo con intensidad. El Douro Valley revela las mejores maneras de disfrutar de todo el potencial de la zona bien sea navegando por el río Duero o relajándose en spas o termas.
Paseo en barco por el Duero | © Museu do Douro
Tren de vapor en la línea del Duero | © Museu do Douro
Piscina en el río | © Museu do Douro
La gente se relaja en una terraza del Cais de Gaia | © Melanie Antunes
Un crucero por el Duero | © Museu do Douro
Los jóvenes sentados en un banco | © Museu do Douro
Pasajeros de un crucero observan el Duero | © Museu do Douro
La gente se relaja en el Cais de Gaia | © Melanie Antunes
Teleférico Cais de Gaia | © Melanie Antunes
Fiesta de las Aldeas Viñateras en Trevões | © Junta de Freguesia
Windsurf en el Duero | © Museu do Douro
Carreras de coches de madera y rodamientos | © Museu do Douro
El tren de vapor en el río Duero | © Museu do Douro
Personas en un río | © Museu do Douro
Barco en el río Duero | © Museu do Douro
La noche del Duero | © Museu do Douro
Dentro del mini crucero en Miranda del Duero | © Judite Rocha
Barcos estacionados en el Peso da Régua | © Museu do Douro
Pesca en el Peso da Régua | © Museu do Douro
Los pasajeros de un crucero miran el Duero | © Museu do Douro
Paseo en barco en el río Duero
“Vou falar-lhes de um Reino Maravilhoso. Embora haja muita gente que diz que não, sempre houve e haverá reinos maravilhosos neste mundo. O que é preciso, para os ver, é que os olhos não percam a virgindade original diante da realidade, e o coração, depois não hesite”
by Miguel Torga
Las fiestas y las romerías se multiplican y el calor aumenta, lo que trae como consecuencia que se recurra a las playas fluviales y espacios deportivos. Los museos, las galerías de arte y los centros culturales ofertan actividades durante todo el año. El vino, la comida, la artesanía y las tradiciones caracterizan una tierra ante la cual nadie queda indiferente.
Junto con el impresionante paisaje y el patrimonio antiguo, el Duero es también reconocido como una tierra de ocio, donde las personas pueden relajarse y divertirse sin las preocupaciones propias de las ciudades. Además de visitar las quintas, durante el día también tiene a su disposición spas y termas así como diversas opciones para practicar actividades al aire libre y deportes típicos de los períodos vacaciones, incluyendo los náuticos. La noche es tranquila, ganando actividad los fines de semana, cuando los bares y los teatros se llenan de parroquianos de la zona en busca de un poco de distracción.
El Duero es una tierra de experiencias, donde incluso el viaje a la región puede ser un momento inolvidable. Ya sea por tierra o por agua, el viaje que nos envuelve en busca de una tierra perdida en el tiempo, nos regala con paisajes que dejan sin respiración.
Después de llegar a su destino, la autenticidad de los sitios y la amabilidad de la gente son las características más apreciadas. Si durante los meses más fríos, las aldeas abandonadas reciben los visitantes en un ambiente cálido y confortable, en el verano estos se ven involucrados en la euforia de las fiestas y romerías, donde hay música, tradición, religión y comida.
El Duero es mundialmente conocido por sus vinos, lo que contribuye a una fuerte apuesta por el turismo enológico. Procedentes de todo el mundo, los turistas llegan a las quintas para participar de la vendimia. Aquellos visitantes que no disfruten de alojamiento en una quinta pueden, a su vez, disfrutar del turismo rural alojándose en casas solariegas, casas de turismo rural o incluso palacetes centenarios.
Por su naturaleza penetrante, por sus gentes, por su patrimonio y por su desconcertante genuinidad, la UNESCO declaró al Duero como Patrimonio Mundial.